domingo, 26 de abril de 2009

ABRUMADO

Querer tocar las estrellas
Cuando están tan lejos
Que remedios hay:
Para la tristeza
Para la torpeza
Para la estupidez creciente
Para la sordera
Para la ceguera
Para los cólicos,
De amor
Que no me dejan amarte.


Anónimo

lunes, 13 de abril de 2009

Democracia con garrote

Ayer veía el programa de Pirry sobre los desalojos y pensaba en nuestra democracia. Y me preguntaba si es posible que exista una democracia donde se echa a las calles, a su suerte, a familias enteras. Y todo esto se hace con la venia de nuestro sistema jurídico, son sentencias emitidas bajo el amparo de la Constitución, la misma constitución que reza en su artículo 51 que: "Todos los colombianos tienen derecho a vivienda digna". Y el Estado se compromete a hacer efectivo tal derecho. No quiero creer lo que decía un intelectual -de cuyo nombre no me acuerdo- que "las constituciones son sólo catálogos de sueños". Quiero creer que nuestra constitución no es un catálogo de sueños, sino un proyecto efectivo que será realidad mañana. Pero para que eso se cumpla requiere del concurso de todos los colombianos. Todos tenemos que acabar con la indiferencia, ya no pensemos que lo que le pase al vecino es cosa de él. ¿Acaso no somos un proyecto de nación?. Para que se cumpla la constitución se hace necesario que cada artículo se lleve a la práctica. Si no en verdad tenemos un catálogo de sueños y ni de sueños sino simples convenciones.

Pensaba también en la influencia del rito en el derecho y en nuestro sistema jurídico. Veía vergonzosamente como el rito se llevaba a cabo: unos policías con trajes de protección y garrotes, que representaban a nuestra institución y nuestro sistema jurídico, cuya función era la de hacer efectivas las sentencias de desalojo y, por otro lado, unas personas indefensas haciendo trincheras en sus casas, trincheras que daban risa, tristeza y frustración. Personas que trataban de luchar por su casa, por hacer valer su derecho a una vivienda digna. Pero la consumación del rito tenía que hacerse efectivo con la derrota de los indefensos, mostrando una y otra vez la supremacía del Estado, la gallardía de nuestras instituciones para hacer valer las leyes que dejan sin derechos a muchos. ¿Dónde quedan entonces los derechos a: una vivienda, a la dignidad , a la paz y no sé que más cosas?

Invito a los colombianos a que hagamos leyes más justas para todos. Señores congresistas, necesitamsos leyes que nos garanticen efectivamente nuestros derechos como personas. No más desalojos con la venia de la ley, mejor digamos más casas con la venia de la justicia. No se nos olvide que las leyes las hacemos todos y tenemos que vernos reflejados en ellas, las leyes son hechas por los hombres y si son injustas tienen que cammbiarse.

Los ritos son positivos si nos dan un reconocimiento, si no son un abominable espectáculo en el que yo por lo menos no quiero participar.

No más democracia con garrote. Sí más leyes justas para todos.